Así mismito escribo yo: urgida por una necesidad vital perentoria.
Me meo.
Solo que no puedo dedicarle todo el tiempo que querría.
Siento que cualquier día de estos me va a reventar la vejiga.
No es ese mi único miedo. Tengo otro que no sé si es mayor: el miedo a la incontinencia.
Y otro: el miedo a resultar cursi.
Claro que dije pis y no pipí, y lo de "me meo" o lo del reventón de la vejiga está -me temo- más cerca de la vulgaridad naturalista que de la ñoñería. Aunque...
¿Lo ven? Todo esto sobraba. Pero...
La incontinencia.
Fotografía de Louis Stettner.
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