jueves, 27 de junio de 2013

Zzzzz

"Diría que he tenido siempre
cerca de mí (dentro de mí, sería más exacto)
un individuo vigilante,
que en los momentos más impropios
tomaba la palabra
en mi contra, o tiraba
un vaso al suelo, o derribaba
al anfitrión o una pared, o se callaba
y era peor. Sería
mejor que se durmiera
alguna vez el yo en el yo."
Justo Navarro. Mi vida social. Ed. Pre-Textos

La Oro de este blog y la @granduquesa de tuiter se van a dormir un ratito.
Felices sueños a todos.

Imagen: "Broken plate" de André Kertesz.

viernes, 21 de junio de 2013

¿Todavía no lees?

A lo largo de este curso, he tenido el placer de colaborar en el Heraldo Escolar en su versión reciclable en el contenedor azul. Daba contenido a una sección titulada "¿Todavía no lees?" y subtitulada "Eso es que no conoces a..." Por ahí han desfilado, entre otros, Roald Dahl, Michael Ende, la editorial Océano, los sinPretensiones, Gabriela Keselman, Ekaré...
Me pidieron un especial para las vacaciones de verano y me salió un planazo en cinco pasos. Lo comparto, por si quieren apuntarse. Allá va:

¿Sabes lo que dicen muchos mayores cuando llega el verano? “¡Por fin voy a tener tiempo de leer!”. Míralos, con sus libros sobre las toallas, aplastando moscas con los de tapa dura, abanicándose con los de tapa blanda… Fíjate en la playa. ¿Has visto qué libros más gordos leen los extranjeros? Tú no querrás ser menos, ¿verdad? Te proponemos un planazo lector:
1. ¿Has sacado buenas notas? ¡Enhorabuena! Ahora pide a tus padres que te regalen un libro por tus buenas notas. ¿Has sacado no muy buenas notas? No te preocupes. Lo bueno de pedir un libro es que casi ningún padre se niega. Tú di que leer te ayudará a sacar mejores notas. Es verdad, y todos los padres quieren que sus hijos lean. Ve a una librería y ojea los libros que hay sobre las mesas. Fíjate en el título, lee la parte de atrás, luego hojea con hache, que es pasar las hojas para ver qué tal es el libro por dentro. Mira también los libros que hay en las estanterías. Pregunta al librero si te recomienda alguno en especial. Cuando tus padres te metan prisa para que te decidas, recuérdales lo paciente que has sido tú cuando ellos andaban probándose zapatos y sugiéreles que se vayan a buscar un libro para ellos. En la primera página del libro escribe: “Este libro lo elegí para celebrar que había terminado…” y el curso que has acabado. Será un recuerdo que podrás conservar para siempre.
2. Ya, que un libro es poco para todo el verano. ¡Desde luego! Pide a tus dos mejores amigos que te dejen un libro prestado para el verano. A cambio, escríbeles una postal chula. No seas rata, y presta tú también dos libros. ¡Y no olvides devolver los libros prestados a la vuelta! Así, a lo tonto, ya llevas tres libros.
3. Si vas a estar unos días en el mismo sitio (la playa, el pueblo…), investiga dónde está la biblioteca más cercana. Sácate el carné. Es gratis y se hace en un momento. De golpe y porrazo, ¡ya has conseguido cientos de libros más que leer!
4. Aprovecha para leer lo que te dé la gana. Y si llevas más de 15 páginas de un libro y no te gusta nada, coge otro. Si te han obligado a hacer un cuaderno de vacaciones, léelo poco a poco, y piensa que fue escrito con mucho cariño. De hecho, si te han mandado los cuadernos de Supervacaciones del Capitán Cucurucho o los de Los Croqueto, agentes secretos, me estarás leyendo a mí. ¡Esos cuentos los he escrito yo! Y no pensé en torturarte al hacerlo, sino todo lo contrario.
5. No leas solo libros. Lee las estrellas, los mapas, los libros de recetas, los wasaps, las huellas que quedan en los caminos, las instrucciones de la crema solar, el periódico, las banderas de la playa, lee en los ojos las cosas que uno no se atreve a decir, lee los cientos de cosas que contienen estos puntos suspensivos… Y disfruta leyendo.

En la imagen: yo, camino a la playa, con mis lecturitas. Sí, leer es una gozada, pero acarrear libros no electrónicos te hace poner morritos así, por no hablar de la espalda.

martes, 18 de junio de 2013

Pan con pedos

"No puede uno fiarse de nadie, moñaca, ni de uno mismo. Yo una vez me tiré un pedo y me cagué."
Es una frase de Croquetas y wasaps. Pero ahora mismo -y esa es una de las cosas por las que me gusta tanto escribir- se ha escapado de mi novela y ha pasado a formar parte del acervo cultural (¿se puede llamar "acervo cultural" a algo que incluya la palabra "pedo"?) de muchos lectores. La frase ha hecho arquear la ceja a mi padre, que es muy fisno; ha hecho reír a mi hijo; ha sido el perfecto colofón de esta incendiada reseña croquetil que me tiene loca de contento...
Pero esa frase no es mía. Esa frase me la subí un día de la panadería junto a una barra mediterránea. Eva, mi panadera, solo me cobró la barra. No sabía que me llevaba de ella algo con más miga: esa frase que dijo que decía su tío, y que soltó junto a una carcajada integral y ronca de esas suyas y un "perdón" de circunstancias.
Son muchas las frases que he robado a otros para construir a ese abuelo de mi novela que también es mi personaje favorito. Pero eso igual lo cuento otro día, porque son batallitas de montañera, y son largas. De momento, vaya mi agradecimiento público a Eva, mi panadera. Dentro de un par de horas, irá el privado, y unas magdalenas de Caspe y una barra mediterránea.

A veces tengo la sensación de que la literatura no es más que una empresa de mudanza cargando palabras de un lado a otro, colocándolas de una nueva forma en un lugar diferente, tirando al contenedor las que no sirven... una esforzada empresa donde a veces no hay ascensores ni elevadores que valgan, rodeada de pesados pianos, recuerdos embalados y cajas donde pone FRÁGIL.

En la imagen, de Willy Ronis: yo, memoria de pez, corriendo a todo correr para llegar a casa y apuntar la frase que he oído a Eva antes de que se me olvide.

sábado, 15 de junio de 2013

Artistas y mendigos

"La cultura sobrevive no porque haya gente que necesite consumirla sino porque hay gente que necesita crearla", dijo la genial Elisa Arguilé en una mesa redonda de ilustradores.
Sí. Pero. No.
O sí y no. O al menos, sí y no en mi caso, que igual no soy una artista sino una mendiga de cariño, alguien que sigue diciendo "mírame, mamá" y que se vuelve tras cada pirueta para ver si han visto de qué forma más impecable ha aterrizado en el suelo.
O sea, sí: yo necesito escribir, y si no llego a ponerme a escribir, probablemente habría desaparecido, y es la pura necesidad de crear la que me lleva a sitios como este, y no necesito más. Pero. A veces sí necesito algo más, algo que sostenga mi esfuerzo. Necesito que me lean y a veces hasta olvido que eso es mucho pedir. Pathetic, ¿no les parece?
Esta pequeña pirueta me deja desequilibrada y bamboleante, a un paso de una pataleta. Pero al blog se viene llorada de casa, así que seguiré, brazos en cruz, luchando por recuperar el equilibrio.

La imagen es una ilustración de Elisa Arguilé que miro a menudo. Se titula "Invisible". Yo, como esa mujer que se dibuja, también me hago visible lápiz o teclado en mano. Me hago. Debería bastarme con eso.

miércoles, 12 de junio de 2013

Crónica croquetera exprés

Hay por ahí fotos y crónicas de la presentación en Zaragoza de Croquetas y wasaps, y hay por ahí una editora tamborileando en espera de la traducción de una nueva Junie B. Jones, y es por eso que no he hecho mi propia crónica ni puedo hacerla ahora más que apresuradamente. Por eso solo contaré:
-que entre mi madre y la madre de mi vecino, hicieron bastante más de cien croquetas, y al final no quedó ni una.
-que mis presentadores y yo íbamos uniformados con el delantal croquetil.
-que al principio dije de mis presentadores que eran como un ángel (Ana Alcolea) y un demonio (David Lozano), pero que no habría hecho falta porque se retrataron ellos solos a lo largo del acto: Ana me regaló unas delicadas mariposas que sacó como por arte de magia mientras que David sacó de pronto una caja de palillos y un muñeco de vudú y me invitó a mortificarlo ante el personal. En un momento dado, David jugó al despiste y nos arropó a Ana y a mí con unas mantas que traje por si los asistentes tenían frío y casi pareció bueno. Pero creo que ese tipo de gestos forma parte de los hábitos seductores del Mal.   
-que mis presentadores casi no me dejaron hablar, y fue mucho mejor así, porque da gusto oírlos a ellos y porque, cuando me dejaron el micrófono -no me pregunten cómo-, acabé hablando de Un príncipe para Corina y dije que el interior de David era "pútrido" y le espeté a Ana mi juventud. Aun así, ellos siguieron echándome flores.
-Por cierto, que, al final de la presentación, me regalaron dos ramos de flores. Y yo salí con mi delantal, mis dos ramos y una sonrisa que no cabía en toda la plaza Aragón, y parecía Miss Croqueta 2013.
-Que se completó el aforo, cerraron la puerta de la sala y ahí fuera se cuadraron dos señores impidiendo el paso a David Guirao, Jorge Gonzalvo, un largo etcétera y hasta a la tía Finín y a la tía Conchita, que habían ido a la peluquería por la mañana para la ocasión. De esto me enteré después. Si lo llego a saber, abro la puerta y allí entra hasta la lluvia si hace falta.
Porque, sí, llovió. Y pese a todo, la sala se llenó. Y había ahí tanta gente querida... ¡Y había hasta gente desconocida!
En fin, que GRACIAS.
Cuando se elaboraró el dossier de prensa de Croquetas y wasaps, me preguntaron: "¿Qué es lo mejor y lo peor de ser escritora?" Y yo, después de pensarlo un buen rato, vencí la tentación de responder una boutade o de contar cuatro miserias, y me desnudé y dije: "Lo mejor: conectar con los pensares y sentires de otras personas. Lo peor: el temor a no lograrlo, el temor a estar absolutamente sola." El sábado no lo estuve. No saben cuánto se lo agradezco en estos momentos.

En la imagen: Ana Alcolea, servidora y David Lozano en plena presentación.

viernes, 7 de junio de 2013

Último aviso

Les garantizo que tres de las personas que posan en esta foto ante la verja de Capitanía, estarán mañana a las seis de la tarde allí mismo, repartiendo croquetas. Son Lozano, David Lozano; Ana Alcolea (mujer a la derecha del hombre); y servidora (tigresa a la izquierda del hombre). Ha pasado un año exacto desde esa foto y la mujer de la derecha luce aún más estupenda, quizá porque ya no corrige exámenes, y la de la izquierda se ha cortado el pelo y se ha resignado a sus rizos. El de en medio sigue siendo genio y figura...
Esta vez no iremos en plan Bond, como lucíamos a la salida de una mesa redonda sobre literatura para chicos o/y chicas (no tenemos perdón). Esta vez (lo hacemos todo al revés) los tres nos pondremos delantal. David Lozano sugería que vistiéramos solo eso y Ana, siempre tan refinada, se puso a hablarnos de los escuetos delantales que se gastaban en el balneario Gellert antes de la caída del muro. No sé qué haremos al final. Bueno, sí, pasar un buen rato. A poder ser, en su compañía.
Les espero.

Sábado 8 de junio, 18 h, patio de Capitanía (plaza Aragón, 9), Zaragoza. Presentación de Croquetas y wasaps.
Junto al trío Calaveras, en la foto: a la izquierda del todo, Nerea Marco. Asomando por detrás de David, María Frisa. A la derecha, Aby.

jueves, 6 de junio de 2013

Ole mi niño

Paseo por la Feria del Libro de Zaragoza -solo por el gusto de pasear, sin cochina necesidad de endosar croquetas- y le piden a mi hijo que responda a unas preguntas. Es para un programa especial que se emitirá en la radio.
-¿Por qué recomendarías leer? -le dicen.
Él menea la cabeza pensativo, sin darse cuenta de que los gestos no se ven en la radio, y acaba diciendo:
-Es que... hay libros buenos y malos.
Una oleada de orgullo invade a su madre que soy yo.
Lo que Almudena Grandes ha dicho en 4.533 caracteres, mi niño se lo pule en 33.
Ole mi niño.

En la imagen, de François Kollar, siete bañistas expuestos como libros en una caseta de feria. Así puestos, parecen iguales. ¡A saber cuál es bueno! (Lo fácil es saber cuál es hijo de famoso, por las cámaras que lo rodean o por el tamaño de la cola. En el caso de los libros en la feria, digo.)

Cochino "porcierto": ¿Quedamos?

martes, 4 de junio de 2013

Si me queréis... (o si quieren una croqueta)

Pinchen, pinchen:


Y si quieren un encuentro más íntimo, un tú a tú, sin presentación ni zarandajas, les espero el jueves 6 de junio en la librería Nobel de Zaragoza a partir de las 18:30.

domingo, 2 de junio de 2013

2 sesudeces, 1 explicación y 8 fotos

1. Las entradas recién hechas de un blog son como croquetas. Se preparan con más o menos cariño y dedicación para que luego se consuman en un instante. Con suerte, los comecroquetas lectores del blog dicen: “mmh”, o “está sosa”, o “no está mal pero mejor las de mi madre”. La mayoría de las veces comen en silencio, y si les ha gustado, más tarde vuelven a zamparse otra.
2. Las entradas antiguas de un blog son como croquetas congeladas. Se quedan ahí a la espera de que alguien ponga tu nombre en google o cualquier otra inverosímil combinación de palabras. Las croquetas entradas de un blog pueden sobrevivir a su autor. Cuando él o ella ya no esté, seguirá hablando desde sus croquetas entradas.

En España, hay cientos de jóvenes que leen porque les da la gana y no porque les obliguen, y que, no contentos con eso, se dedican a hacer croquetas después escribir reseñas de lo que leen, reflexiones sobre el mundo literario, listas de deseos o recomendaciones… y las ponen en bandeja las comparten en sus blogs. Más de doscientos de estos blogueros literarios, venidos de Galicia, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón y el resto de esas comunidades autónomas que se aprenden en el colegio, se reunieron este fin de semana en la Feria del Libro de Madrid en la Blogger Lit Con 2013.
El sábado por la mañana SM los invitó a un picnic con croquetas y conmigo. Fue… Miren, mejor lo ven en las fotos.