Contaba Wajdi cómo un día, esperando a un amigo frente a la catedral de Notre-Dame, en París, vio llegar a una viejecita con un andador. La anciana entró a la iglesia sin problemas. No había escaleras. En ese momento, Wajdi pensó: "Qué bien. Menos mal." Pero también pensó: "¿Cómo no me di cuenta antes? ¿Cómo no me fijé en que no hay escaleras para entrar en Notre-Dame, que las puertas están a ras de suelo?". ¡Qué fácil es entrar! Llegas, das unos pasos, y estás dentro. Y sin embargo... Existe una relación inversamente proporcional entre esa facilidad de entrar y la complejidad simbólica-religiosa-metafísica-arquitectónica que encierra la catedral. Pero entras como quien va a la panadería. El caso contrario sería encontrarse con quinientos escalones para llegar al fontanero. Lo mismo sucede en el arte. Lees a Kafka, decía Wajdi, y entiendes todas las palabras, todas. Pero su obra es tremendamente compleja. Como se le ve muy buen chico, Wajdi no puso el ejemplo inverso, pero también hay obras que son como esos cientos de escaleras que conducen a un lugar anodino, obras plagadas de obstáculos, subordinadas y alardes que no van a ninguna parte.
Una obra de arte, explicaba Wajdi, debe ser algo a lo que sea fácil entrar pero difícil penetrar.
Voilà.
Alguna vez, cuando me han preguntado por mi estilo, he dicho que era "entre col y col, lechuga", que aspiraba a decir cosas serias con humor, o a plantar lechugas bajo una apariencia de lectura fácil y sencilla. Pero lo que propone Wajdi es mucho más ambicioso. Wajdi propone que todo sean lechugas, aunque parezcan coles.
A Wajdi lo escuché en Santander, en la UIMP, y fue el mayor descubrimiento que he vivido en mucho tiempo. Yo había ido allí, al Palacio de la Magdalena, a recibir un curso sobre guión, un taller impartido por Helena Medina, que nos enseñaba a quitar escaleras y facilitar la entrada, y por José Manuel del Pino, que nos ayudaba a acceder al misterio que hay detrás de la obra de arte. No habría salido de palacio en la vida. Qué gusto da aprender, por no emplear otro verbo que pueda desbocar sus malos pensamientos.
Si han aprendido algo mejor este verano, cuéntenmelo. Feliz regreso. Que la reentrée les resulte fácil.
La imagen, de Fernando Sancho, es del cajón de una sacristía. Y si quieren saber por qué las uñas de los dedos gordos de mis pies están del color de esa casulla, sepan que lo contaré en rigurosa exclusiva en El Tiramilla dentro de unos días.
PD1: Editores de LIJ que me leéis, ¿de verdad no queréis "Un obús en el corazón"? ¿Y en vuestro catálogo?
PD2: Pido perdón a quienes llegaron aquí con la vana esperanza de encontrar cierto contenido erótico-festivo. Los asiduos de este blog ya saben cómo me las gasto, pero si usted llegó por primera vez aquí, sepa que me rijo por un lema, "a lo sesudo por lo baladí", que a veces se amplía y se transforma en "a lo sesudo por lo sexy". En realidad soy una pacata.
5 comentarios:
Necesitamos una novela para jóvenes con ese título.
O una serie.
Sin duda prefiero las novelas sencillas en apariencia pero con un fondo complejo e interesante (como "Mujercitas", uno de mis libros preferidos). También me gustan algunas que están llenas de "obstáculos", pero reconozco que a veces esos obstáculos hacen que disfrute menos de la lectura.
Feliz regreso a ti también :).
Guillermo: Vaya, el título es lo último que suelo escribir. Pero reconozco que empezar por ahí, por un título así, es harto estimulante.
Rusta: ¡Gracias! Comparto tus preferencias, ambas. A mí también me gustan las carreras de obstáculos, siempre y cuando me lleven a alguna parte. ¡Nos leemos!
:) qué linda definición!!!! me encanta, me la guardo en el corazoncito y vendré más de una vez a mirar el apellido Wahjsd no sé qué, jejeje.
un abrazo!!!
PD: yo creía que la frase de "como decíamos ayer" era del maestro Unamuno, pero por lo visto era un traje de segundamano, aunque no hace que me guste menos :)
Me ha costado un rato, pero he encontrado esta preciosa quote qu eleí el otro día, aunque sea de "segundamano" es una forma linda de contestar a esa horrible pregunta que te hacen a menudo ;)
¿Cuándo piensa usted escribir para adultos?
Pues...
"You have to write the book that wants to be written. And if the book will be too difficult for grown-ups, then you write it for children."
Madeleine L’Engle
:) una sonrisa de buenas noches
y un poco de polvo de hadas, que tengas lindos sueños, Srta. Oro ;)
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