miércoles, 13 de mayo de 2015

Los libros, como los amores

Mi sección en el Heraldo Escolar se titula ¿Todavía no lees? Eso es que no conoces... Hasta ahora siempre la había utilizado para recomendar a alumnos y profesores, que son sus dobles destinatarios, autores, editoriales o lecturas para niños o/y jóvenes. Esta es la primera vez que le doy otro uso, este:

¿TODAVÍA NO LEES? ESO ES QUE NO CONOCES...
AFTER. Y MEJOR ASÍ
Ojo. Lo de hoy no es una recomendación. Es como una alerta sanitaria. ¿Aún no has leído After? Pues mejor. Y si lo has leído, o conoces a alguien que lo haya leído, hablemos.
After es una saga que surgió de un fan fiction, una historia que inventó Anna Todd, fan de One Direction. Conforme la escribía, la iba colgando en internet, en wattpad, una comunidad que está animando a muchos jóvenes a escribir. La historia tuvo tanto éxito que hoy se encuentra por pilas en la sección de literatura juvenil y en manos de muchos adolescentes, sobre todo chicas.
¿Y por qué engancha tanto? Primero, es muy fácil de leer. El lenguaje no pretende ser literario. Es como conducir por una autopista recta (sí, algo aburrido también). Y engancha porque la universitaria protagonista, insegura y «buena», conecta con esa necesidad de sentirse querida de ciertos lectores adolescentes, que no es que los adultos no la tengan, es solo que han aprendido a disimularla o a hacerla más cabal, menos urgente.
El caso es que la chica, Tessa, se pega todo el libro queriendo que la quiera un chico malote y tatuado, Hardin, que no hace más que tratarla a patadas. Y ella sabe que no debe estar con él, pero siempre vuelve, y cada vez que él dice: «sube al puto coche» (lo dice) o «no pares, nena» o «desnúdate», ella lo hace.
«Un amor peligroso», dice la contra del libro. Pero a ojos de muchas lectoras se presenta como un amor ideal. «Quiero ser la única persona a la que ames; así serás mía», dice Hardin, y en ese momento Tessa piensa: «¿Cómo es que antes era un capullo integral y ahora me dice estas cosas tan bonitas?».
¿Será un libro peligroso? Más que libros peligrosos, hay lecturas peligrosas. Con esto de los libros, pasa como con los amores, que para que te quieran de cierta manera, a veces mejor que no te quieran, y que para leer ciertas cosas… pues eso.

Y esto me dieron de sí los escasísimos caracteres que tenía. Pero si quieren una disección profunda del asunto, tan cabreante como divertida, no se pierdan este artículo de Iria G. Parente, una de las mayores instigadoras de este incendio, como bien cuenta Alba Úriz en Pasapáginas Juvenil (¿que no lo conocen? ¡Una sección de literatura juvenil en un diario!)

En la reproducción del Heraldo Escolar, la cubierta de After salió rarísima. Con una pátina de color muy extraña. Aquí he querido poner esta otra fotografía. Ya disculparán. Si son asiduos de este blog, ya saben que aquí somos muy de poner fotos bonitas. Esta foto no lo es. Pero es perfecta para el libro. Claro que, aunque los personajes y la situación se parecen mucho a los del libro, me juego mi cuadro de Fernando Martín Godoy a que no tiene nada que ver con el tono de la película que harán sobre After –sí, habrá película–. Esta fotografía la hizo Sara Naomi Lewkowicz. No se pierdan la historia que hay tras la foto, porque esa sí que es after, after de verdad. Léanla aquí, lean a esa fotógrafa que comenzó haciendo un reportaje sobre otra cosa diciendo: «¿Cómo pude no verlo? Hay tantas fotos en las que él invade su espacio vital de una forma tan opresiva...» Es tan fácil no verlo. Es tan necesario verlo.

6 comentarios:

Mike Lightwood dijo...

Magnífica entrada, Begoña. Cuanto más gente difunda este asunto tan serio, mejor. Por si te interesa echarle un vistazo, hoy mismo he subido un vídeo a mi canal hablando del tema: https://www.youtube.com/watch?v=p7HC677Wwpc
Un abrazo.

La Oro dijo...

Me ha encantado, Mike. Hace nada acabo de llegar a él via @punsetica y acabo de tuitearlo. Lo que no sé si te perdono es que hayas sido capaz de criticarlo y hacerlo tan bien sin haber pasado por la tortura de leerlo. ¡Te envidio mucho! (Y tienes razón. En este caso, y te lo digo habiéndolo leído entero, no es necesario.)

Cristina dijo...

Me encanta tu artículo, como siempre, y también me pareció fantástico lo que hizo Iria en Twitter. De todas formas, me pregunto si no será contraproducente hablar tanto de este libro (aunque sea para advertir lo que hay), porque el hecho de que los adultos se lleven las manos a la cabeza podría atraer más a algunos jóvenes por aquello de leer algo "prohibido". Es la historia de siempre: criticar o callar para no hacer publicidad involuntaria... y, pese a todo, yo soy más partidaria de hablar.

Mike Lightwood dijo...

¡Muchas gracias!
Ya me tragué 50 sombras de Grey hace tres años y aún no me he recuperado del todo. Con After, que por los fragmentos que han compartido Iria y otros me ha parecido infinitamente más vomitivo, sinceramente no he tenido estómago (lo que me sorprende es que vosotras hayáis sido capaces de terminarlo, ¡no sabes cuánto os admiro!). De todos modos, creo que con los fragmentos tenía más que suficiente para hablar de él, y cuanto más se advierta sobre este tema, mejor.
¡Un abrazo!

La Oro dijo...

Gracias por el comentario, Rusta. Estoy contigo. Si alguien que no conocía el libro, lo conoce a raíz de esta "alerta", al menos lo hará prevenido y podría llegar a hacer una lectura más crítica. Vamos, que si todo este ruido lleva a más gente a leer el libro Y a debatir las relaciones tóxicas en una clase, por ejemplo, me parecería bien empleada esta publicidad. Lo que me lleva a...
¡Sí, Mike! Yo creo que cuanto más se advierta, mejor. Y me consuela tu lectura de las sombras. ;-)

ro dijo...

Estoy completametne de acuerdo contigo. Yo sí he leído el primero libro de esta saga, porque soy profesora de literatura en un instituto y me gusta saber qué leen mis alumnas. Cuando lo leí, me horrorizó, y no por el sexo, sino por la relación tóxica entre los protagonistas. Publiqué sobre ello aquí: http://prooofeee.blogspot.com.es/2015/03/after.html