lunes, 5 de mayo de 2014

Lorca está llorando

Venga, voy a meterme en un jardín, que andaba yo muy tranquilita. Pero es que no me puedo callar ante lo de Lorca, Machado y Anaya. Se habrán enterado, pero les resumo: Anaya incluye en su libro de Lengua de primero de Primaria publicado en 2011 una biografía de Federico García Lorca, la que pueden leer en la foto. Miles de niños lo leen hasta que un padre de Granada que estudiaba con su hija repara en el texto, se escandaliza y salta la polémica. La editorial viene a decir que era cosa del profesor ampliar, o no, la información pero, para quitarse de líos, promete retirar y destruir los libros. Por su parte Luis Naranjo, director general de Memoria Democrática, está estudiando qué medidas tomar. De momento dice que el texto es impresentable.
El texto es para niños de 6 años y, por lo que pueden ver en la foto, es -maqueta obliga- muy breve. El último párrafo es el de la polémica, pero permítanme que analice el texto de principio a fin con detenimiento. ¿Que quién soy yo para meterme en esto? Entre otras cosas, la coautora de muchos libros de Lengua (no de este) y de un libro de Historia para niños de 6 años. Allá voy:
"Federico García Lorca nació en un pueblecito de Granada." 
Bien. Creo que a Lorca le gustaría el diminutivo.
"Su primera obra de teatro se estrenó en Madrid."
No sé. Teniendo tan pocos caracteres... ¿Es tan importante el dato de Madrid? ¿No bastaría con mencionar que Lorca escribió teatro? También se podría haber hablado de su teatro para títeres; es un género netamente infantil y no hay tantos clásicos que lo hayan cultivado. Aunque esto se podría contar más adelante. Antes quizá yo habría empleado algunos caracteres en contar que la madre de Lorca fue maestra, porque es verdad, porque es algo que imprime carácter y porque es un dato que puede interesar a un niño de 6 años. O contar que estudió música, porque además tiene que ver con la frase siguiente que es:
"Lorca y su amigo Manuel de Falla organizaron el primer festival de canciones populares andaluzas".
Me falta "su amigo el músico". Es un dato que un niño de 6 años aún no sabe. Quizá me sobra el concepto de "festival de canciones populares andaluzas". ¿Se ha explicado en la unidad anterior? Porque si aún no se ha explicado que las canciones populares son, como los cuentos populares, como los chistes, esas que sabían los abuelos y los tatarabuelos... y que nadie sabe quién inventó; si aún no se ha contado esto, todo ese sintagma es un blablablá de categoría. Quizá se podría haber contado en ese momento que Lorca tuvo muchos amigos artistas: el pintor Dalí (suele mencionarse en Infantil), el músico Manuel de Falla, el poeta Juan Ramón Jiménez...
"Cuando apareció en las librerías su obra Romancero gitano, Lorca se convirtió en el poeta más popular de España."
Me parece estupendo que se cuele aquí este título, aunque no sepan con 6 años qué es un romancero, pero se entiende perfectamente que es el título de una obra importante de Lorca, y está lo gitano, que fue tan esencial en su obra. Lo que menos me convence es que se emplee la palabra "popular" que aparecía en el párrafo anterior, pero que aquí tiene otro sentido, o doble sentido ("famoso" y "del pueblo").
Sigo:
"Tras el éxito conseguido, Lorca decidió conocer otros países. La ciudad de Nueva York le impresionó tanto que publicó un libro de poemas sobre ella: Poeta en Nueva York."
Está muy bien hablar de esto después de la mención al Romancero gitano, y sería muy del gusto de Lorca, que se sintió algo encasillado. Además, ¡es tan bonito Poeta en Nueva York y ya solo el título puede evocar tantas cosas a un niño de 6 años harto de ver Central Park en series como Jessie! Quizá aquí se podría haber hablado de cómo Lorca colaboró con las misiones pedagógicas, esos viajes por pueblos de España llevando la cultura...
Llegados a este punto, supongo que muchos de mis lectores me habrán abandonado, por rollera, por pesada, por pejiguera. Fíjense la de dudas que me planteo ante cinco frases. Pero es que de eso se trata. Hacer un texto como este no es fácil. Lo sabemos los autores y editores de libro de texto, gente amante de la educación, el rigor y la inteligibilidad, y temerosa de quienes quieren destruir libros, que son muchos y muy distintos.  Por ellos me he batido el cobre en alguna ocasión y pienso seguir haciéndolo mientras lo considere oportuno.
Y ya llego al párrafo de la discordia: 
"Poco después de terminar su última obra de teatro, La casa de Bernarda Alba, Federico murió cerca de su pueblo, durante la guerra de España".
Bueno, sí, esta redacción no me acaba de convencer. Parece como si Lorca pensara: "voy a hacer mi última obra y luego me muero". Yo habría escrito algo tipo: "Lorca escribió muchas obras de teatro que se hicieron muy famosas, como Bodas de sangre [ey, cómo suena eso a oídos de un niño de 6 años, ¡a zombis!] o La casa de Bernarda Alba. Es una pena que no le diera tiempo a escribir más. Murió muy joven, por culpa de la guerra."O "lo mataron en la guerra". Pero sabiendo, claro, que un niño de 6 años no va a dejar pasar esta segunda frase sin más. Va a preguntar a su profe quién, cómo y por qué. Pero, en serio, ¿hace falta poner más en el libro? ¿Se puede explicar algo más en estos pocos caracteres que son un prolegómeno a la lectura de El lagarto está llorando?    
Siento si frustro sus expectativas no acabando este post con el ataque furibundo a ese texto que algunos juzgan tan "antidemocrático". Pero lo siento. No me sale. No es el momento. Aún no. Antes hay que hablar de otras cosas. Para Lorca, ante la falta de luz, lo que hacía falta era cultura. Y belleza. Los niños que leían ese libro que ahora se va a destruir, iluminaban sus vidas con El lagarto está llorando. Eso es lo que yo quiero que sepa un niño de Lorca. Creo que también es lo que querría Lorca.
Teniendo esas maravillosas poesías llenas de lunas, de abejitas de oro, de niñas, de aceitunas, de risas de plata nueva, de mariposas del aire, de juegos... ¡qué iba a querer Lorca que los niños de 6 años leyeran palabras tan feas como "exilio", "fusilamiento", "franquismo", "fascistas"! ¡Qué iba a querer que destruyeran libros ese hombre que exclamaba "¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir:‘amor, amor’"! ¡Vamos, hombre!

4 comentarios:

Ángel dijo...

¡Quién pudiera volver a tener 6 años! A mis 17, en mis libros de texto cada vez abundan más palabras feas como las que has nombrado. Cómo me gustaría volver a primaria para leer "Lecturas para dormir a un rey" como la primera vez...

Anónimo dijo...

" Érase de un marinero que hizo un jardín junto al mar..."
Oro, Oro...en bonito jardín te metiste, nos metiste, seh!
Nunca pensé, no me percaté, que un pequeño texto de un libro de texto podía ser tan complicado
je je...
En mi pueblo, en una fachada, han creado un "jardín vertical"
esto cambia el punto de vista.
Me gusta tu jardín Lorquiano.
Viste!

A.G.

Sam Fisher dijo...

Me han gustado las reflexiones. Ojalá todos los profesores pensaran tanto en los alumnos, que no usaran jamás "sintagmas de blablablá" que, por cierto, me atrevo a decir, ni como recurso onomatopéyico usaría Lorca.

La Oro dijo...

Ángel, muchas gracias por tu comentario. Me hace especial ilusión que ronden por aquí jóvenes a los que he tenido la suerte de acompañar mientras se hacían lectores.
A.G. Ya ves qué difícil. Qué bonitos los jardines verticales, aunque ¿no es también una forma muy esforzada de ser jardín? Me da a mí que a esos jardines les debe de pasar como a la Plath, que decía: "Soy vertical. Pero preferiría ser horizontal". Gracias por pasearte por este.
Sam Fisher, me consta que algunos profesores piensan tanto y más en sus alumnos. Me consta que uno de esos profesores eres tú.