martes, 6 de septiembre de 2011

Salto de vallas


Como decíamos ayer... Se han puesto en contacto conmigo del diario El Tiramilla, que si quiero escribir un artículo. Yo, que soy fan del diario, encantada. El problema viene luego. Y no, el problema no está en el plazo. Comparado con los plazos de las editoriales, estos tiramillotes trabajan como en una empresa de criogenización: a muy largo plazo. El problema es el tema. El tema es... el que me dé la gana.
Les he insistido: "¡Dadme un tema!". Pero nada.
Y yo así, mal.
Llevo toda mi vida de escritora entre vallas. "Haz un cuento sobre el sistema solar para niños de 8 años para el libro de Conocimiento del Medio". "Escribe una entrada salada sobre operaciones con fracciones para la unidad 5 de Matemáticas." "Inventa un poema con cada letra del abecedario que trate sobre Aragón, ¡y no olvides incluir el tema gastronómico!" "Escribe un poema con las vocales y la l, la p, la m y la s ¡y ni una letra más! para la unidad 1 del libro de Lecturas de 1º, y que tenga que ver con la familia." Me han secuestrado el cerebro (y yo me he dejado gustosa, conste), y ahora tengo síndrome de Estocolmo.
No sé qué hacer con mi libertad creativa.
A veces me consuelo de tanta libertad recordándome que todos tenemos limitaciones, que nadie escribe lo que le da la gana sino bajo dictado (de nuestras propias ideas, de nuestras aspiraciones, de nuestra necesidad de complacencia...) y que lo mejor que podemos hacer es elegir bien nuestras ideas, nuestras aspiraciones y a quién queremos complacer (puede que a nosotros mismos, pero no necesariamente).
Bueno, confieso que también me da pena que no me hayan impuesto un tema porque me han negado la oportunidad de saltármelo a la torera. El salto de vallas es uno de mis deportes favoritos. Me lo recordaba mi querida profesora de Matemáticas (¡hola, señorita Allanegui!), al enterarse de que me habían dado el premio Gran Angular. Esto fue lo que me escribió:
"¡Enhorabuena! Me he alegrado mucho y seguro que la hermana Marín, más. A mí me reñía cuando no seleccionaba tus redacciones. ¿Y la de Begoña Oro?... No le conté que en la de Navidad hablabas de acelgas y en la de San José de Astérix. Un abrazo. Mª Pilar"
Así era. Literalmente.
Las vallas a menudo están para saltarlas.

PD: Al final, mi vecino de abajo, sin saberlo, me dio una idea para el artículo de El Tiramilla. Ya lo he escrito. En él aparecen Jaime Ostos, Kate Winslet, mi hijo, Taro Miura, el obispo de Solsona, mi vecino de abajo, David Villa (este no necesita enlace, ¿no?) y yo misma. Y se puede leer aquí.

La valla de la foto, esa que pide a gritos que la saltes, es obra de Paul Strand. Y gracias por la visita. Os echaba de menos.

6 comentarios:

Mai dijo...

Idem :)

Sheikh dijo...

Aguardaré impaciente el momento en que pueda echarle el guante.

PD: Espero que este verano hayas conseguido resolver aquella misteriosa ecuacion sobre escritura y dosis mortales de sapiencia ;)

Marta Gómez dijo...

Eres única en las mezclas, ¡maestra!

Laura Catalán dijo...

También te echábamos de menos nosotros.

Mara Oliver dijo...

Dientes largos, esperando el enlace :)

La Oro dijo...

Muchísimas gracias a todos. ¡Ay, sí que os echaba de menos! Y dentro de poquísimo, el enlace.