jueves, 13 de diciembre de 2012

Los zorros no lloran

Después del rifirrafe, quiero decir, el interesante intercambio de opiniones del otro día, se me quedó zumbando en el oído un sintagma y es este: "manipulador de las emociones del lector". Mi querido Anónimo lo lanzaba, entiendo que como acusación. He intentado espantar el zumbido con este manotazo: "y qué escritor no lo es". Allá donde no hay más que una persona dispuesta a deslizar su mirada por unas letras, nosotros, los escritores, queremos hacerle sentir cosas. Así, de la nada. Si eso no es manipular, que venga Dios y lo vea; si es manipular, que venga Anónimo y lo denuncie.
Como espectadora, como lectora, como oyente, establezco un acuerdo con un montón de gente para que me manipule, y doy por buenas todas las lágrimas que me arrancan, ya lo haga Spielberg, Visconti, ChobskyJessye Norman o Malú. Las doy por buenas porque me liberan de ese peso específico de las lágrimas y porque esos creadores o intérpretes han tenido el mérito de vencer esa coraza de la razón que a veces me pongo y a veces me quito. Claro, lo de ayer de Malú, me pilló a unas horas en las que suelo estar descorazada, porque lo que es yo no he encontrado ninguna coraza que se ajuste al camisón (y eso es fatal, por cierto).
La RAE distingue entre medios hábiles y medios arteros de manipular. Lo hace como diciendo que está feo manipular con medios arteros, esos de los zorros de las fábulas. Pero ¿dónde está la línea que separa unos medios y otros?
No hay persona que haya leído mi nueva novela que no haya llorado (bueno, sí, mi hermana, pero dije "persona"). ¿Estaré siendo artera?
No.
Lo sé seguro porque tengo una prueba del algodón personal. ¿Saben cuál es esa prueba? Que yo también he llorado al leerla, al leerme.
El algodón no engaña. Y los zorros no lloran.

La foto es de Sebastiao Salgado, un artero de cuidado, al menos según Susan Sontag.
Y si quieren pensar más sobre este asunto, creo recordar que Edmund Burke daba pruebas menos pedestres que las mías en este libro.

17 comentarios:

Mara Oliver dijo...

"Nueva novela",solo con eso ya me brillan los ojitos :D

Cristina dijo...

Eso he pensado yo al leerte, que hay medios y medios de manipular. Es verdad que no hay ninguna herramienta que mida cuáles son buenos y cuáles no, pero para mí un autor que siempre cae en los mismos tópicos, en el mismo tipo de frases bonitas, está manipulando más que uno que apuesta por un planteamiento más complejo, sin buscar la lágrima fácil ni las clases de filosofía barata. Pienso por ejemplo en casos como Nicholas Sparks o Paulo Coelho. Al primero lo leí mucho en mi adolescencia y, aunque al principio consiguió conmoverme, luego me di cuenta de que todos sus libros están cortados por el mismo patrón y eso no me hace mucha gracia.

Por cierto, qué bien se te da ponernos los dientes largos con tu nueva novela como quien no quiere la cosa :).

¡Un abrazo!

Monsieur de R. dijo...

¡Cielos! ¡Uno se despista unos meses y aquí pasa de todo! Bendita manipulación si está bien traída. Hay expertos/as en eso de manipular lo que se antoje, y a algunos nos gusta… El problema no está en el manipulador sino en el que se deja o no disfruta con el juego. Ahora, si la manipulación es vulgar, aburrida, obvia o fácil ya no tiene gracia, y se convierte en melodrama, folletín, ridículo o televisión…
Querida grande duchesse: ¡Muchas felicidades por su cumpleaños con un retraso geológico! Me avergüenza felicitaros a estas alturas, pero vivo un poco ajeno al mundo presente, ya os contaré.

Sam Fisher dijo...

Me encanta, etimológicamente hablando, tu hermana. Si no es persona es que es real, no un personaje de los que, en las tragedias griegas, utilizaban máscaras para representar su papel. Las lágrimas no se ven detrás de una máscara. Y, a veces, sin máscara, tampoco se ven.

La Oro dijo...

Mara,¡ay, qué presión! ¡Espero que te guste! :)
Rusta, sí, dos buenos ejemplos. Y lo de la nueva novela... ¡Lo siento! ¡No lo puedo evitar!
Monsieur de R., en qué época andará usted, entre tantas antigüedades y traducciones... Un día tendré que ir a rescatarlo con un DeLorean DMC12. Gracias por la felicitación y por el comentario. Completamente de acuerdo; con lo muy de la estética de la recepción que soy yo.
Sam Fisher, ¡es verdad! ¡Claro! ¿Sabes que mi hermana se pasó la otra noche llorando en sueños? Ahí, ahí. A ver quién es el guapo que duerme, y sueña, enmascarado.

Anónimo dijo...

No es igual suscitar una reacción que manipular al lector. No es igual Jane Austen que Corín Telllado. No es igual la demagogia que la política, adoctrinar que educar, crear que vender.
Decías Begoña que como lectora tuya debía presuponer tu sinceridad y, siendote sincera, en tu último post no la hallo. ¿Qué te importa más aclarar las ideas o vender tu próxima novela?, ¿reflexionar sobre la literatura o manipulatnos con el llanto de tu hermana? La linea que separa unos y otros está clara, no nos líes.
Y ya que estamos, entre los más de cuatrocientos libros, hay alguno de Sierra i Fabra que me recomiendes por su calidad literaria.

Ester dijo...

Ays anónimo, este lugar no es lugar para batallas. Las discusiones se hacen en los despachos a puerta cerrada, para que puedan ser mas sinceras y llegar a buen termino. Como detesto cuando veo discutir a gente por la calle…
He insistido mas de una vez que no hay que conocer a los escritores ( ni ellos a sus hermanos, hermana voy a sacar a relucir ese post it firmado en el que juraste no desvelar nada de la familia…). Se lo dije a Fernando Lalana cuando tuve el placer de conocerle. Lo hacia yo con un batín escribiendo en una casa sobre un acantilado, y no, demasiado cercano… Pero a Jordi Sierra i Fabra fue de los primeros que conocí, hemos cenado en Valencia, tomado tapas en Madrid, me lo he encontrado en la Feria de Libro, y le admiro, que no es el mejor escritor literariamente hablando del mundo?. Escritores, acuérdense, escriben al pópulo como yo. Lectores que les gusta disfrutar y alejarse de su mundo por unas horas.

Aclaración llantos: no soy de lágrima fácil, y conste que alguna de las entradas han ido dirigidas a mis ojos directamente. Eso si, cuando lo hago soy como un dibujo animado, capaz de salpicar al de enfrente. Los lectores de avión no mostramos sentimientos. Queda raro, y más si coincides con tu hermano en el vuelo Dusseldorf Madrid, donde parece que estamos predestinados a encontrarnos y donde termine “Croquetas”. Imagínate el bochorno que hubiera pasado ( mmm, si lo se lloro -))

La Oro dijo...

¿Quién teme a los anónimos cuando tiene familia?
En realidad, Anónimo, como bien sabes, todo esto -el blog, la discusión, mi vida entera- es algo que he orquestado para vender mi nuevo libro. Incluso tú, y Sam Fisher, que tira del hilo de lo de mi hermana, y mi hermana Ester, sois una invención mía, comentarios que hago yo bajo otros perfiles para animar el cotarro y generar más visitas al blog (porque hay que ver lo que han subido desde que apareciste, Anónimo; hay que ver lo que nos gusta el barro) y vender mi nuevo libro y hacerme inmensamente rica. Muahahaha.
Y qué astuta soy: cómo dejo caer, en boca de esa hermana, medio título de la novela; cómo recurro al flujo de conciencia desbocado, el olvido de las tildes, el descuido en los signos de puntuación para dar verosimilitud a las voces de estos nuevos personajes, o personas, o máscaras, o lo que sea, lo que seamos.

Uf, qué lío. Con lo pacífica que soy. Y en puertas de Navidad.

Mara Oliver dijo...

Sigo ofreciendo los servicios del justiciero del teclado, pero como siguen sin ser necesarios, mejor dejo otro abrazo y mil besotes!!!

pd: croquetas, mmm :D

Ester dijo...

Ups, pense que era oficial.

(Insultos varios). Tengo teclado aleman justo me llega para cambiar las y y las z que tienen cambiada la posicion como para buscar eñes o acentos ( Begona).

Ala, castigada sin mas comentarios ni defensas y con una botella de Glückwein para ti solita.

Guillermo G. Lapresa dijo...

Un buen escritor es el que manipula sin que le pillen.

Anónimo dijo...

Como lectora de tu blog, te agradecería que en este caso dejaras a un lado la literatura del yo y nos hicieras partícipe de tus reflexiones.
Seguro que las visitas al blog han aumentado porque muchas de las personas que nos interesa la LIJ estamos necesitados de la confrontación de ideas, y bastantes cansados de las veleidades narcisistas de los autores. Sinceramente me interesa tu defensa literaria de Sierra i Fabra y no vuestros arrumacos. Me da igual si compartís croquetas, amistades u hoteles.
No es discutir por discutir, no es eso tan desagradable que una ve en la calle. Es preguntarle a una escritora por qué (quizás valientemente) se presta a presentar el recuento literario de un autor que claramente tiene grandes detractores (que sí arugmentan sus juicios)?, ¿hay algo más que un favor o una relación de amistad? ¿Es preguntarle por qué cambió su juicio? Sí, Begoña, sí te escuché criticar Kafka y la muñeca viajera.
Y si prefieres no ir por allí, es preguntarte si alguna vez como lectora te sientes manipulada y eso a qué crees que se debe y si cambia tu posición con respecto al escritor del libro.
No quiero ser una piedra en el zapato, ni un pepito grillo ni quien amargue tus pacíficas navidades pero sí te pido que cuando respondas a los comentarios me respetes intelectualmente como interlocutora.
Pienso que los blogs no sólo están para los aduladores.

La Oro dijo...

Mara, gracias por el abrazo y por el ofrecimiento. Guardo al justiciero en cartera.
Ester, ¿castigada a una botella de Glückwein para mí solita? Vaya, intentaré sobrellevarlo.
Guillermo, puede que sí, sin que le pillen... o sin los lectores opongan resistencia.

La Oro dijo...

Anónima, te recomendaría varias revistas (en papel y digitales) y un montón de blogs que seguramente ya conoces donde encontrarías muchas más confrontaciones de ideas sobre LIJ que aquí. Al fin y al cabo, este es mi blog y está lleno, entre otras cosas, de mis veleidades narcisistas. Es fácil no visitarlo; la mayoría de la gente no lo hace. A mí me gusta que lo hagan, los que asienten y los que disienten. Ahora que sé que eres lectora de mi blog, lamento que no te hayas manifestado antes. ¡Y no te perdono que no me felicitaras en mi cumpleaños!
Ya que insistes, te diré que presenté el libro de Jordi porque me lo pidieron, porque le tengo mucho cariño a Jordi, porque admiro su honestidad, admiro que se gaste la pasta en proyectos de fomento de la lectura en vez de un deportivo y, sobre todo, admiro que haga leer a tanta gente, y que les haga disfrutar. Es este un tema que me parece tan importante y sobre el que me enrollaría tanto que, aun a riesgo de repetirme, le dedicaré la próxima entrada, y así me explico más y mejor. A ver si mañana tengo tiempo. Irá por ti, y por confrontar ideas. Y por cierto, de Jordi, prueba con “Las historias perdidas”, por ejemplo. De “Kafka…” pude criticar el planteamiento tan atrevido (yo nunca osaría escribir como si fuera Kafka; soy mucho más acomplejada que eso). Poco más pude decir puesto que -vergüenza infinita- no lo he leído. (Cielos, pero ¿qué hago dando explicaciones? ¿Pero qué es eso de “hay algo más que un favor o una amistad”? ¿¿Pero qué más va a haber??)
Ah, no vuelvo sobre lo de la manipulación porque lo doy por contestado en este post. Me apenó que no vieras su sinceridad. La hay, y no te figuras cuánta.

Lamardestrellas dijo...

Eres sincera. Yo lloré, doy fe. Aunque estos días hay quien también me ha oído reír a carcajadas releyéndola.

La Oro dijo...

Uf, Lamar. Me he sentido como un acusado que está en el calabozo, y que no sabe qué demonios hace ahí, y tiene hambre, y está cansado, y de repente aparece su abogado, recién llegado de Albacete, y espeta a los guardias: "suéltenlo ahora mismo", y trae bajo el brazo la prueba exculpatoria y un bocadillo de jamón, y, cuando le quitan las esposa, al acusado le faltan brazos para abrazar al abogado... Pues así.

Lamardestrellas dijo...

:) si es que Albacete tiene muy buenos abogados... Entre otras cosas.