[Aviso: esta entrada no es tan frívola ni tan girly como pueda parecer. De hecho, en ella se menciona la longaniza de Graus. Esta entrada es unisex, primaveral y de muy mal gusto. Al menos se lo parecerá a Sergi Pàmies, que acaba de decir: "rebosar felicidad me parece de muy mal gusto". Avisados quedan.]
Recibir un premio es una recompensa. Pero es también un trabajo. Por eso -ahí me había quedado-, antes de recibir el premio Gran Angular, decidí llamar a Eva Villar, maquilladora oficial de Chanel en España.
Eva se dedicó a quitar y poner. Me quitó las ojeras, me quitó tres dedos de pelirrojez, me puso... (¿qué me pusiste, Eva?), y me dio un pintalabios de Chanel.
-Te lo regalo -me dijo-. Para que te dé suerte.
Lo metí en el bolso y me olvidé. Hace poco lo saqué. Me pinté los labios y entonces hice lo que tenía que haber hecho desde un principio: mirar el nombre. Sí, queridos, la narrativa lo abarca todo: hasta la cosmética. No es lo mismo comprar el pintalabios tono nº 18 que uno que se hace llamar irréel, por ejemplo. Y el tono de pintalabios que me regaló Eva se podía haber llamado évasion, o chance, o antigone, o fatale... Pero se llama... bonheur.
Que los franceses llamen a la felicidad bonheur (buena hora, literalmente) es prueba de inteligencia. Porque sí, hay un tiempo para cada cosa. Ya lo decía Qohelet, ya lo cantaban The Byrds, ya me lo dice la gente cuando me felicita por el premio: "enhorabuena". Bonheur...
Ahora que estoy, que sigo tan feliz me dan ganas de partir la barra de labios a rodajas, como quien corta una longaniza de Graus. Y repartirlas. Pero he pensado que igual es mejor repartir esa bonheur a besos. Por no mencionar que, repartida así, cunde mucho más que a lonchazos.
Ah, le bonheur! ¡Oh, la primavera!
Un mandamiento nuevo les doy (¿me estaré endiosando?): ¡Besen! ¡Repartan felicidad!
PD: Eva, querida, no te digo que tus amigos de Chanel me den una comisión por este post que multiplicará sus ventas de pintalabios por cien, pero... ¿y una remesita de bonheur? Solo por si vienen tiempos difíciles...
4 comentarios:
Tu has repartido ya tu porcion de bonheur en esta casa hoy, cuando he tenido en mis manos por primera vez tu libro: " Pomelo y limón"
Lo primero que he descubierto es que da gusto acariciar su portada: es suave y tiene diferentes texturas.
Lo siguiente aún no lo se pues voy a empezar a leerlo ahora mismo, en hora buena lo he recibido. Oro veloz!
Seguiré comentando no lo dudes!
Margarita gb.
Gabrielle Bonheur...Coco Chanel :)
felicidades!
¡Gracias, muchas gracias por vuestros comentarios, Alba, Margarita, Mai, Juan!
Marta, bien pensado, yo en Chanel pediría que me dejaran dar nombre a sus cosas: los esmaltes de uñas, los pintalabios, los coloretes... ¿Se te ocurre un trabajo mejor?
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