Porque sabemos que, sí, que está requetedemostrado, que hasta santa PISA lo dice: que someter (sí, la palabra es "someter") a un niño a eventos culturales, llevarlo a exposiciones, a ver películas, al teatro, a la biblioteca, a la librería... lo llevará derechito a Harvard, o a donde él quiera, por no mencionar la felicidad, la experiencia, la sabiduría que se llevará puesta por el camino. Pero de momento él no quiere ir a la presentación porque:
- "va a ser un rollo" (dice, antes),
- "me aburro" (con suerte susurra, durante),
- "te lo dije" (reprocha, después).
Olvídense de Harvard. Ya solo por eso, por correr el riesgo de que pase algo secreto, ya merece la pena hacerlo. Porque hay que hacerlo. Hay que llevarlos, aunque sea a rastras. Y hacerse un escudo con los "Te lo dije". (Yo tengo uno precioso.)
Quiero que este viernes traigan a sus hijos, a sus nietas, a sus sobrinos y sobrinas a la Casa del Libro de Zaragoza, a la presentación de Misterios a domicilio, mi nuevo libro. Sí, a esos que tienen entre 9 y 12 años. Sé que muchos llegarán a rastras. Pero les ofrezco una carta de descargo. Me comprometo a recibir personalmente sus "te lo dije", que me lo digan a mí si es que tienen algo que reprochar a la salida de la presentación. Ya verán cómo no. Cómo van a aburrirse con la que está montando Pepe Trívez.
En la imagen: niños esperando ya que empiece la presentación. ¿Que qué presentación? ¡Esta!
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