Empecé a pensarlo al leer una entrevista al editor Claudio López de Lamadrid donde exponía una suerte de darwinismo literario, una evolución literaria por selección en mesa de novedades. Decía:
"para que pueda entrar un autor nuevo necesitas que se vaya otro."Los hay que se han tomado esto muy en serio. Lynn Shepherd, por ejemplo. Esta autora de novela de crimen victoriano (sic) escribía un artículo en el Huffington Post invitando a J.K. Rowling, la autora de Harry Potter, a que disfrutara de su vasta fortuna y dejara de publicar libros para adultos, porque, compitiendo con ella, era imposible hacerse hueco en la mesa de novedades del Waterstone’s. La Shepherd le daba permiso a la Rowling para que siguiera escribiendo para niños (se ve que la Shepherd no le da a eso) y decía unas cuantas cosas más sobre literatura infantil y juvenil que no me molestaré en comentar porque ya las huestes de fans de Harry Potter han hundido en la miseria, y en las valoraciones de goodreads, a esta pobre mujer.
Y luego está lo del premio La Caixa / Plataforma, el premio que convoca Plataforma Neo para jóvenes escritores de entre 14 y 25 años. Se falló ayer. Lo ganó Andrea Tomé, de 19 años, con Corazón de mariposa. Estoy deseando leerlo para ver si me quedo con la boca abierta como me quedé al leer el que ganó el año pasado. Me alegré por la señorita Tomé, y eso que, ya solo por su edad, podría odiarla como odia la madrastra de Blancanieves. Pero, a lo que voy, cuando se anunció el fallo del premio, la red se llenó de comentarios asesinos al respecto. Que si la chica ya había sido finalista el año pasado, que si ya había publicado otras novelas y que estaba “robando” el sitio a alguien que no hubiera publicado… Los comentarios los hacían jóvenes como ella, jóvenes que, al parecer, igual que Lynn Shepherd, han asumido que para hacerte hueco como escritor antes debes matar a otro. A ver si va a ser un efecto secundario de tanto juego del hambre…
Un consejo os daré: chicos, chicas, jóvenes… para escribir no hace falta matar a nadie.
He dicho “para escribir”. Para vivir de la escritura… Bueno, sí, lo concedo, quizás para vivir de la escritura haya que matar.
En la imagen, de Lewis Hine, dos blogueros enzarzados en tuiter a santo del premio Neo mientras otros tantos miran en espera de su turno.