sábado, 9 de enero de 2016

Certificado de defunción (R.I.P.)

–Pues tú dirás, Grissom.
–¿Qué quieres que te cuente, limeña?
–Lo del cadáver.
–¿Qué cadáver? ¿Dónde?
–Aquí. ¿No lo ves?
–¿¿Este blog?? Vamos, no me jodas, Sara. ¿Ahora voy a tener que andar certificando la muerte de cada blog y averiguando la causa de su fallecimiento? Como si no tuviéramos suficientes cadáveres. Además, ¿de este no debería ocuparse Horatio? ¿No tenía la víctima no sé qué conexión con Miami? ¿Y no se fue a vivir a Irlanda?
–¿Y eso qué tiene que ver con Horatio?
–Es pelirrojo, ¿no?
–¿Y?
–....
–Bueno, ¿qué? ¿Está muerto o no está muerto?
–Tú dirás. En una de las últimas entradas, la Oro prometió dar cinco razones para no sé qué y hacer un post de cada una. ¿Sabes cuál es el último post? El de la tercera razón. Además, parece ser que luego acudió a unas jornadas de literatura juvenil y ni escribió una crónica luego, con lo que le pirran esas cosas. Por no mencionar que cada año, allá por diciembre o enero, aparecían una o varias entradas dedicadas a felicitar la Navidad, el año nuevo o los Reyes, y este año, nasti de plasti.
–Bueno, ¿y entonces?
–Este blog está muerto y matado.
–¿Y de qué ha muerto?
–De vida.
–¿Lo pongo así en el informe?
–...
–¡Mira! Aquí hay restos de sangre.
–Es verdad.
–¿Sufrió?
–Lo normal.
–Claro. ¿Qué es un blog? Un frenesí. ¿Qué es un blog? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor blog es pequeño: que todo blog es sueño, y los sueños, sueños son.
–Tira, Segismunda. Aquí no hay nada que hacer.
–¡Espera!
–¿Qué?
–¿Dejó algún mensaje?
–Mmmh. Espera que busque... Sí, mira. Aquí hay un papelucho.
–Es un sobre abierto con el logotipo de Bord Gáis Energy.
–Sí, pero hay algo escrito a mano.
–Típico de la víctima. ¿Qué pone? ¿Qué pone?
–Pone: "Gracias por haber venido. Fue bonito mientras duró."
–¿Nada más? ¿Nada mejor?
–Nada.
–Pues sí que...
–No se lo tengas en cuenta. No es fácil despedirse.
–No, no lo es.
–...
–...
–Por cierto... Me tengo que ir.
–Tira, tira. Vete.
–Eeeeh... Chao, chao, Colacao.
–No, si ya lo decía yo...

Este blog falleció en un momento que ni miembros destacados de la policía científica han sido capaces de precisar.
Descanse en paz.

En la imagen, de Amanda Thomsen: La Oro has left the building.