lunes, 6 de febrero de 2012

Antonio Banderas y yo

La semana pasada Antonio Banderas presentó mi último cuento. En Cancún. En un hotel de cinco estrellas, este.
Lo malo es que yo no estaba ahí.
El cuento fue un encargo del grupo Iberostar. La cadena de hoteles ha suscrito recientemente un acuerdo que combate la explotación sexual infantil, el código ECPAT (End Child Prostitution). La idea era hablar de este tema en un cuento que tuviera una doble lectura: una para niños y otra para adultos. Era difícil, muy difícil, pero estoy muy satisfecha con el relato y encantada con el ambiente de trabajo que se creó con la fantabulosa agencia picnic durante su gestación y agónico parto.
¿Que cómo pueden conseguir el cuento? Muy sencillo. Dense un lujo. Vayan de vacaciones. Si tienen un día Versace, les recomiendo el Grand Hotel Paraíso, "fastuosidad en su máxima expresión". Y si tienen un día más Armani, el Grand Hotel Budapest, donde disfrutarán de una "atmósfera distinguida, lujosa y seductora", además de una buena lectura, claro.
Mmm. Este post ha quedado muy frívolo y me entra ahora, como bien diagnostica aquí Sergio del Molino, "la pulsión por la trascendencia, ese síndrome que afecta al noventa por ciento de los columnistas españoles". Pero es que el tema es muy serio. Deberían removerse, por ejemplo viendo esto. Las cifras son estremecedoras. Se le quita a una la tontería con Antonio Banderas y le entran, a cambio, pesadillas.
Qué mundo este... A cambiarlo ahora mismo con lo que se les dé mejor, con lo que tengan más a mano: un ordenador, una tiza, una sartén, unas agujas, un papel, una papeleta, una paleta, una pataleta, una cámara, un decreto, un libro, una hoja de reclamaciones, una sonrisa, un piano, un huerto... Urge hacerlo más bello, más limpio, mejor.

En la imagen: Antonio Banderas diciendo precisamente: "qué mundo este...".
Antonio, querido, no me tengas en cuenta que no estuviera allí, pero es que sigo de gira. Ando dando nuevas arrugas a mis patas de gallo por Almería, por Granada, por Alicante... conociendo a cientos de lectores, cientos de personas que cambiarán el mundo dentro de unos años, cuando tú y yo (tú primero) hayamos perdido los dientes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo se llama el cuento?

La Oro dijo...

"Libro de sueños".
Gracias por el anónimo interés, y perdón por el retraso en la respuesta.